Estamos a horas de celebrar una nueva Navidad.  Es momento de agradecer a Dios por su obra.  Su accionar siempre está alineado con pensamientos de bien y no de mal.

Es un tiempo para maravillarnos de Él y un tiempo para estar asombrados porque Su obra es extremadamente grande y única.  Nadie hizo, ni hará lo que Él hace.  

Sus pensamientos son muy profundos.  Nadie puede llegar a sondear sus ideas.  Fue Su idea encarnarse y nacer como cualquier mortal.  Fue Su idea vivir una vida perfecta y morir como el peor de los seres humanos.  Fue Su idea abrir el camino de regreso a Dios.  Fue Su idea pagar el precio de nuestras maldades.  Fue Su idea reconciliar consigo al mundo.  Fue Su idea amarnos hasta el fin.  Fue Su idea. Todo fue Su idea.

Es de necios no reconocer la grandeza de su actuar y lo profundo de su forma de pensar.  Es de insensatos no aceptar la eterna diferencia de poder e inteligencia que Él tiene sobre nosotros.

 Gritemos de alegría por todo lo que Él ha hecho; todo lo que Él hace es imponente y nos llena de asombro.  Su forma de pensar es increíble e imposible de ser plenamente comprendida por nosotros, los mortales.

Celebremos esta Navidad maravillados de Su obrar.

Celebremos alegres todo lo que ha hecho por nosotros.

Él nos llena de alegría.

 

¡Feliz Navidad!

Pr. Carlos Nelson Ibarra

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