Vivir en el poder de Su resurrección [Juan 20:13-15]

 

A veces, lo terrenal nubla nuestra visión y obstaculiza la comprensión de lo que está sucediendo.

A María Magdalena, la apreciación de lo sucediendo, le nubló la visión espiritual y no pudo comprender la victoria eterna que Jesús había logrado por nosotros.

Sus expectativas estaban rotas.  ¡¡Su Señor estaba muerto!!  No podía ver el cumplimiento de lo que Él mismo había anunciado: “Era necesario que Él muriera, pero al tercer día resucitaría” (Mt. 16:21).

El poder de Su resurrección nos guía a superar las limitaciones terrenales para que veamos con claridad la victoria espiritual que se desarrolla a nuestro lado.  En el propósito del Señor, siempre después de un periodo de lágrimas y desazón, está esperándonos una gran victoria.

María estaba sufriendo la miopía de la injusticia humana.  No lograba ver el propósito eterno que Dios estaba ejecutando.  ¡¡Era injusto que Barrabas esté libre y Jesús muerto!!   

Mantener nuestros pensamientos en las injusticias de la vida limita la revelación que Dios quiere darnos del presente.  Nos quedamos llorando y no vemos el propósito eterno que Dios tiene detrás de esos acontecimientos.

Vivir en el poder de Su resurrección hace que dejemos la visión escasa y mediocre que tenemos como seres humanos, para ver las cosas como realmente son en Dios.  

El poder de Su resurrección nos revela con claridad la gloria de su persona.  Nos hace saber que Él siempre está a nuestro lado, aunque no lo reconozcamos.  Y nos enseña a ser verdaderos y entusiastas testigos suyos.

 

Buena semana.

Pr. Carlos Ibarra

 

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