Una Iglesia que vive en el poder de la Palabra [Isaías 55:10-11]

Según Génesis, es por la Palabra de Dios que todo lo creado fue hecho: “Dijo Dios y fue así”.

El escritor de Hebreos dice que entendemos o creemos que por la Palabra de Dios sucedieron las cosas, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

La iglesia que Dios quiere es aquella que vive en el poder de la Palabra. Sabe que cuando Dios suelta una Palabra nunca queda sin efecto. Sabe que hay poder creador y transformador en ella, pues es como el agua de lluvia que la tierra seca está necesitando para dar frutos.

Como nunca antes en mi vida, veo que los valores cristianos son atacados con ímpetu por una sociedad lejana a Dios. Valores como la vida, la familia, la fe, el trabajo son golpeados con fuerza generando una tierra extremadamente seca.

Es tiempo cuando más que nunca como Iglesia debemos vivir en el poder de la Palabra. 

Debemos distribuirla para que sea como esa lluvia que cae en la tierra y da fruto abundante. 

Es tiempo donde más que nunca debemos proclamar la Palabra para que produzca el efecto para el cual Dios la envió. La Palabra es poderosa y eficaz, cambia vidas, cambia formas de pensar. La Palabra siempre produce buen fruto al que confía en ella.

La Iglesia que Dios quiere vive en el poder de la Palabra. La lleva a todo lugar posible para cambiar el destino eterno de aquellos que la creen.

Vivamos el poder de la Palabra. Creámoslas y distribuyámosla. 

¡Buena semana!

Pr. Carlos Nelson Ibarra

 

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