Tiempo de más gracia [Romanos 5:20-21]

Como sociedad argentina creo que hemos descuidando el valor más sublime de todos, el de la vida.  Hemos perdido la capacidad de mantenerlo en alto.  Hemos menospreciado la vida de los indefensos.  Hemos menospreciado la vida de los niños por nacer.  Esa sangre inocente que se derramará “legalmente”, muestra que hemos perdido el juicio y el sentido común.  Hemos legalizado la muerte.

El aborto, por más legal que sea, nunca resolverá el verdadero problema.  Sólo agigantará el dolor y la angustia de aquellas mujeres que, al enfrentar un embarazo no deseado, decidan abortar.  Ya saberse embarazadas las afligió.  Matar a sus hijos nunca traerá paz y seguridad a su ser, sólo cargarán en su espíritu con la sangre inocente de un niño que nunca conocieron.

La solución de base no está en la legalización, o no, de una actividad pecaminosa que se desarrolla.  La solución siempre fue la misma: reconocer que los seres humanos somos malos y que si no nos volvemos arrepentidos a Dios a través de la fe en Jesucristo estamos perdidos.  Estamos cautivos de nuestros delitos y pecados. 

A los romanos, sociedad perversa, idólatra y promiscua (leer Ro. 2), Pablo les escribe: “más cuando el pecado abundó, sobreabundará la gracia”.  El pecado siempre reinara para muerte, pero la gracia siempre reinara para vida eterna.

La Iglesia es la agencia de la gracia de Dios.  Está compuesta por personas que existen por la gracia de Dios, viven por la gracia de Dios, tienen propósito por la gracia de Dios y disfrutan de una esperanza única y eterna por la gracia de Dios.  Nada merecemos y nada hemos ganado.  Sólo Su gracia nos ha salvado.

Por todos lo medios posibles trataremos de evitar la muerte de los niños por nacer, pero cuando esas mujeres decidan equivocadamente abortar, estaremos acompañándolas en su dolor (como lo hace la Iglesia desde tiempos inmemorables con las personas que sufren las amarguras del pecado), para que la gracia de Dios las guíe a la justificación y a la salvación eterna en Jesucristo (como pasó con nosotros).  Les brindaremos toda la ayuda necesaria para que conozcan el perdón de Dios y disfruten de Su incomparable y eterno amor. Dios las ama y nosotros también.

No dejemos que las circunstancias recientes nublen la alegría de celebrar el comienzo de un nuevo año. Año donde Dios derramará mayor gracia.  Año donde Dios nos usará como agentes de gracia para los demás.

Feliz Año Nuevo!!

 

Ptr. Carlos Nelson Ibarra

 

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