Dios de apartados [Josué 3:5]

Solemos caer en la idea de que alguien santo es aquel que no hace nada malo, que no se equivoca nunca, que es muy bueno o que tiene características especiales de buena conducta.  

Cuando la Biblia nos habla de santidad; lo hace desde la forma en que Dios ve y desarrolla Su obra en nosotros.  La palabra santo quiere decir apartado para uso exclusivo dé. Los que creímos en Cristo somos apartados para uso exclusivo de Dios.  Somos santos para Dios.

Hay una frase que me enseñaron hace muchos años.  Dice acerca de los cristianos: “que somos santos, pero todavía no”.  Es una realidad de la teología práctica.  Somos apartados por Dios, en su soberanía, para uso exclusivo de Él y para Su gloria.  Nos eligió y nos apartó para Él.  Pero todavía luchamos con nuestros deseos humanos y terrenales; con nuestras formas de pensar y nuestros comportamientos que quieren robarnos la exclusividad de servicio hacia Él.

 Josué exhorta al pueblo a que se santifique porque Dios hará mañana maravillas entre ellos.  Les decía que se preparen en sus posturas mentales y físicas para comportarse como gente apartadas, como personas elegidas. En esa preparación o santificación Dios iba a desatar sus maravillas.  Dios quería mostrarse a través de ellos.   

El Señor hace prodigios y maravillas a través de sus santos.  Él siempre usa a sus apartados.  Él no aparta a los capacitados, sino que Él capacita a los que aparta. Él quiere usarnos a nosotros. Vos y yo debemos comportarnos como lo que somos, santos de Dios. Nos eligió, nos apartó y nos santificó.

 Aprovechemos este tiempo y santifiquémonos.  Dios quiere que nos preparemos en nuestras posturas mentales y espirituales pues Él hará mañana maravillas en tu vida, familia y ministerio.  Este tiempo duro y lleno de incertidumbres, también pasará.  Creamos que lo partirá a la mitad y pasaremos al otro lado proclamando las maravillas que Dios hizo, hace y hará en nosotros.  

¡¡Él es nuestro Dios!!  ¡¡Él es un Dios de apartados!!

¡¡Nada es imposible para Él!!  

Sin dudas: ¡¡Él hará!!

 

¡¡Buena semana!!

Ptr. Carlos Nelson Ibarra

Devocionales anteriores