Tenemos un enemigo fuera de lo común que quiere destruirnos.

Quiere destruir tu matrimonio, tu familia, tu economía, tus emociones, tu salud, y quiere destruirte a vos y a todo lo que tenés como herencia divina.  

En este pasaje, el Señor le hace saber al pueblo que vendrá un enemigo fuera de lo común que destruirá y profanará el lugar sagrado, que seducirá con halagos a los que dejen el pacto de confianza en Dios.  Pero, también, nos deja saber que hay un grupo de personas que “se le opondrán con firmeza”.  ¡Estos son los que conocen a Dios!

La capacidad de oponerse firmemente a los embates del enemigo está directamente relacionada con el conocimiento que tengamos del Señor.  Cuanto más conocemos al Señor, más firmes estamos para oponernos a los planes diabólicos.  Cuanto menos nos ocupamos en conocer al Señor, menos fuerza para oponernos tendremos.

Nuestro enemigo no descansa y en forma permanente anda buscando a quien devorar.  Trabaja muy sutilmente manipulando y seduciendo nuestras emociones para que deshonremos al Señor con nuestros actos.

Este año crezcamos en conocer más a nuestro Dios y tendremos la firmeza necesaria para oponernos a cualquier embate del Diablo.  No seremos seducidos por sus maquinaciones.  No deshonraremos a nuestro Dios.  Él te proveerá de Sus fuerzas, no seremos vencidos por el mal.  Sabremos vencerlo con el bien.

¡Buena semana!

Pr. Carlos Nelson Ibarra