Siempre que Dios nos demanda algo, lo acompaña con una promesa de bendición.
Siempre en la obediencia a un mandato está la bendición.

El Señor le ordenó a Abram que dejara su tierra y su parentela para ir a una tierra que Él le mostraría. Y acompañó la orden con cuatro promesas:

  1. Le prometió que lo iba a hacer una nación muy numerosa.
  2. Le prometió que lo iba a bendecir.
  3. Le prometió que iba hacer que su nombre sea muy famoso.
  4. Le prometió que lo iba a usar como instrumento de bendición para otros.

Usted y yo, para seguir firmes en la fe, siempre tenemos que dejar algo.

Tenemos que dejar nuestro orgullo y autosuficiencia. Tenemos que dejar atrás la comodidad y el estancamiento. Tenemos que dejar ciertas relaciones que no ayudan a la fe.  Tenemos que dejar cosas que amamos para mostrar que amamos más y por sobre todo a nuestro Señor.  Tenemos que dejar costumbres equivocadas que nos distraen de lo que Él quiere para nosotros.

Todos tenemos nuestro mandato de dejar cosas, personas o lugares.
Todos tenemos que dejar aquel lugar donde Dios ya no quiere que estemos.

Las cuatro promesas que el Señor le hizo a Abram son para nosotros también.

Dios quiere que seas de aquellos que formen una nación grande de hijos de Dios por tu predicación personal del evangelio.  Personas que serán paridas en el Espíritu a través tuyo.

Dios quiere bendecirte.  Mejor dicho que disfrutes al ser obediente, de la materialización de todas las bendiciones con que ya te bendijo en los lugares celestes.

Dios quiere darte un nombre grande.  Quiere que seas famoso.  Que otros te conozcan por lo grande de tu obediencia.  Por ser de aquellos que obedecen sin pensar tanto en cuál será el lugar de destino, sino simplemente porque ese camino lo recorrerás de Su mano.

Dios quiere usarte para que otros sean bendecidos.   Siempre que obedezcamos hay bendición de Dios derramándose sobre nosotros y siempre el ambiente a nuestro alrededor y entorno se verá afectado para bien.

Dios te quiere bendecir para que seas de bendición. Nunca lo olvides!

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