"Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel." (Josué 1.2 RV 1960)

"Mi siervo Moisés a muerto".  Resultaba ser que Dios estaba hablando de un cambio de etapa. 

Esta palabra se la da Dios a Josué. Se acababa el tiempo en su lugar seguro, ya Moisés no estaba más y alguien tenía que asumir su lugar. Para Josué era hora de levantarse. 

Llega el momento en que debes levantarte, salir del lugar de comodidad e ir en pos de aquello que Dios te ha prometido. Pero antes de aquella tierra prometida, hay un desafío que atravesar. Un Jordán desbordado por delante, ¿y esto qué significa?

Cruzar un río es humanamente imposible, solos no podríamos hacerlo y ahí está la clave. Ese Jordán implica dependencia de Dios, sin Él sería imposible hacer semejante locura. Necesitamos de Él para cruzar eso que tan difícil parece ser antes de alcanzar Sus promesas.

Tal vez Dios te ha hecho promesas y te preguntas ‘¿Cómo las alcanzaré?’, ‘¿Cómo llegaré a algo tan grande?’, o tal vez piensas ‘¿Tan difícil tiene que ser?’, ‘¿Cuántas pruebas más tendré que pasar?’. No sé cuál es tu situación hoy, pero déjame decirte algo, Dios sí sabe. 

Quizá hoy sea el día de levantarse, ponerse de pie y salir del lugar de comodidad para avanzar. O quizá ya estés de pie, y sea el momento de atravesar el Jordán. Si ese es tu momento, es tiempo de depender de Dios y confiar en que nada es imposible si Él te acompaña, moja tus pies y camina por fe. Tal vez hoy estés atravesando ese Jordán y esté siendo difícil, y a veces agotador. No temas ni desmayes, Él te sostiene (Josué 1.9).

‘..a la tierra que yo les doy’. ¡Él te está prometiendo esa tierra, sólo debes creer!

Él ya te la dio.  Lenvántate y pasa!!

 

Abigail Muñoz

 

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