Son palabras dirigidas al pueblo de Israel, un pueblo en estado de postración y oscuridad.  Eran circunstancias muy dolorosas y humillantes, parecía no haber esperanza de restauración para los exiliados, vivían una gran incertidumbre sobre las cosas en el futuro.

Es precisamente en la oscuridad más densa donde más resplandece la Gloria del plan que Dios tiene para su pueblo.  Estas palabras proféticas son un maravilloso mensaje de aliento.

También está dirigido a nosotras como pueblo de Dios, levantémonos y resplandezcamos en medio de este tiempo difícil que nos toca vivir.

Es posible que nos sintamos sin fuerza, con poca luz espiritual, abatidos, cansados, ansiosos por cómo será nuestro futuro.  Tomemos esta palabra y al ponerla por obra tendrá el poder de renovarnos y activarnos.

¿Por qué tenemos que levantarnos y resplandecer en medio de este escenario? ¿Qué nos está pidiendo el Señor?

La respuesta es porque ha venido Su luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 

Esta luz es una realidad en nosotros desde el día que creímos en Cristo y lo invitamos a vivir en nuestro corazón.   Si la luz ya está en nosotros, ¿por qué a veces no resplandecemos?

Muchas veces, caemos en un estado de abatimiento, de tibieza espiritual, perdemos el primer amor, olvidamos descansar en el Señor, creemos que nuestros problemas son más grandes que nuestro Dios, etc.

El primer paso a la restauración espiritual es el arrepentimiento. Para levantarnos y resplandecer debemos ir a los pies de Cristo y reconocer aquellas cosas que nos han alejado: un pecado, no haber permanecido en Su amor, nos faltó amor a los hermanos, perdimos la fe, dudamos del poder de Dios.  Nuestros pensamientos, sin darnos cuenta y de a poco, pueden enfriar nuestra fe.  Volvamos arrepentidos al Señor para levantarnos y resplandecer.

Hoy más que nunca es importante que la luz de Dios resplandezca sobre nosotros, la luz no es para jactarnos, no es nuestra obra.   Tiene como finalidad iluminar a otros, que muchos viendo en nosotros el esplendor de Su Gloria sean atraídos a Él.

Resplandecer significa llevar luz donde hay oscuridad.  Llevar luz a todos los que nos rodean. La gloria de Dios está sobre nuestras vidas para traer luz en medio de tantas tinieblas.

 

Hna. Martha Toledo de Gallardo

 

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