Lágrimas consuelo testimonio [Mateo 5:4]

No sé qué te ha deparado el año que estamos terminando.  No sé si lo has sufrido a no. Tampoco sé si ha sido el mejor de los años, o simplemente un año más. 

Si lo has sufrido, tené en cuenta que los sufrimientos tienen un propósito divino.  Las lágrimas que has derramado son tenidas muy en cuenta por Dios.  Él te ha consolado y te fortalecerá siempre.

La verdadera felicidad no puede estar supeditada a los acontecimientos de la vida.  No puede sólo ser consecuencia de un buen estado de ánimo.   

El ser dichoso, bienaventurado o muy feliz debe estar afirmado sobre la soberanía de Dios.  Si Él gobierna mi vida, entonces puedo ser bienaventurado aún en medio de las lágrimas. 

Si Él gobierna mi vida nada de lo que me sucede es para derrotarme, sino para fortalecerme.   

Sin pruebas y dificultades nunca tendríamos la posibilidad de disfrutar la victoria.  El que sufre el fortalecimiento del entrenamiento, disfrutará la bienaventuranza del triunfo.

Sé bienaventurado si hoy te toca llorar, porque serás consolado.  

Hay heridas que te hacen llorar, pero que, en definitiva, serán de gran bendición.   

Dicen los que estudian a las ostras que un pequeño grano de arena que entra en el caparazón les produce muchísimo dolor.   Ellas reaccionan y comienzan a aislar ese granito rodeándolo de nácar.   Con el tiempo ese dolor desaparece, pero queda en su lugar una brillante perla.   Lo que fue algo muy doloroso, lo transforman en su más grande gloria.

Lo que hoy es un dolor que te hace llorar, mañana puede ser tu más grande gloria.  

Lo que hoy te hace sufrir, mañana puede ser la razón por la cual muchos te busquen.  

Lo que hoy te hace llorar, mañana será tu testimonio del obrar de Dios y del poder de superación que nos da.   

Hoy lágrimas y consuelo divino, mañana testimonio poderoso.   

Convertí en una perla aquello que hoy te hace sufrir.

 

 Feliz Año Nuevo!!

Que Dios te dé la capacidad de hacer de cada granito de arena una maravillosa y brillante perla.

Buena semana!!

Ptr. Carlos Nelson Ibarra

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