Días malos [Efesios 5:15-17]

Estamos enfrentando días malos en la nación.  Días donde la economía y la inseguridad están en boca de todos.  Días en que, gracias al Señor, se pudo frenar la legalización del aborto.  Días en los que estamos enfrentando ideologías (ideas, formas de pensar, posturas mentales) antinaturales.  Ideologías que desafían la ciencia y el diseño creacional divino, haciéndonos creer que la biología es cultural.  Ideologías que nos dicen que está bien conducirnos en la sexualidad como nos percibimos o como nos sentimos en el momento.  Más grave aún, es que quieren enseñar a los niños que está bien esa forma de actuar.  A ellos, que están en estado de maduración, quieren enseñarles que la conducta sexual sin valores éticos y morales responsables está bien.   

“Engañoso es el corazón… y perverso” dice la Biblia (Jer. 17:9) al referirse a nuestras percepciones emocionales.  Es extremadamente peligroso conducirnos según nuestra percepción de la sexualidad porque los sentimientos o percepción de la vida desde la perspectiva humana son muy cambiantes, inestables, engañosos y perversos.  

Más que nunca debemos mirar con mucha atención como andamos, como andan nuestros hijos, como anda nuestra familia.   Debemos ser sabios y no dejarnos ganar por la necedad de la inoperancia.  Aprovechemos bien el tiempo entendiendo con sensatez la voluntad del Señor.  Voluntad que Él refleja mostrando que fuimos creados sexuados (varón y hembra).  Que por diseño divino o “natural” somos varones y mujeres y debemos comportarnos como tales, no como nos enseña la ideología de género.  

No es la voluntad del Señor que andemos por la vida comportándonos según la percepción que tengamos de nosotros mismos.

Este es el tiempo de orar, mirar y actuar.

Orar para que el poder y la gloria de Dios se manifiesten.  

Mirar para estar atentos a las artimañas maliciosas de personas que se dejan manipular por ideologías perversas. 

Actuar movilizándonos para mostrar que somos muchos los que estamos creyendo en la ideología eterna de Dios y no en la ideología pasajera, engañosa y perversa de los hombres.

 

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