Tiempo de mudarnos [Salmos 91:1]

Salmos 91:1 “ Los que viven al abrigo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso”

¿Dónde estamos viviendo?. Podemos estar viviendo al abrigo de Dios, o no. Cada uno de nosotros puede elegir con qué abrigarse. Sin ser del todo conscientes, muchas veces preferimos nuestros propios abrigos, ellos son imperfectos, y ni siquiera se comparan con los brazos del Señor, pero como los podemos ver y tocar, no nos requiere esfuerzo correr a ellos. 

Uno de esos abrigos falsos es la autosuficiencia. Cuando frente a un problema pensamos que las soluciones sólo pueden provenir de nuestro esfuerzo extra, y de nuestro razonamiento. Otros abrigos falsos son las distracciones, los hobbies, las cosas que nos apasionan, las personas, etc. Pueden no ser cosas malas, el lugar que les damos está mal, cuando las buscamos porque es más fácil que buscar a Dios. También nos abrigamos falsamente de emociones y actitudes que nos estancan. El enojo, el orgullo, la desilusión, la tristeza, el sentimiento de derrota, la victimización, no son lugares donde nos guste vivir, pero funcionan como excusas por las que no vamos a correr ese día al abrigo de Dios.

Es tiempo de mudarnos. Cada vez que nos descubrimos tratando de seguir en nuestras fuerzas, de consolarnos, de escondernos, tomemos la decisión de tirar esa manta al piso, y correr al abrigo real y único de nuestro Papá. El no sólo va a escuchar todo lo que tengamos para decir, sino que después nos va a enseñar a descansar cerca de El. Ahí nuestros pensamientos y emociones son intercambiados por las emociones y pensamientos de El. Su sombra es un lugar superior donde descansar. Ahí se escucha Su voz, la voz a la que responde la creación entera. Mudarnos a su abrigo sólo requiere fe y humildad. Mengüemos a nosotros, y corramos a Sus brazos siempre y en toda ocasión.

Carla Curcio

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