En los zapatos del otro [1ºCorintios 9:22]

Una de las cosas que hizo Pablo para salvar a alguno, fue ponerse en los zapatos del otro.

Eso es intentar comprender la vida desde el lugar de la otra persona.  Es tratar de meterse en la necesidad del otro para poder comprender cómo lo vive.  Es hacerse débil para experimentar lo que él experimenta.  Es la forma más fidedigna para comprender la situación y así llegar desde cerca con el mensaje transformador y fortalecedor del Evangelio de Jesucristo. 

Una de las cosas que tenemos que seguir aprendiendo es a acercarnos a las personas con sinceridad.  Acercarnos con el claro deseo de comprender su estado y comportamiento.  No es aceptar lo que está mal como si fuera bueno, sino es  ponerse en los zapatos del que sufre para comprender el vacío doloroso que provoca estar lejos de Dios.

Acercarse a la gente, con el claro objetivo de ganarlos para Cristo es hacerse a los débiles, débil.  Meternos en la situación de ellos para salvar a alguno.  No es copiar sus prácticas, sino acercarnos a su situación para comprender las razones de su conducta.  De esa forma tendremos más efectividad con el mensaje transformador del Evangelio.  Nadie te abrirá su corazón si primero no ve tu esfuerzo de comprender lo que le pasa.

“Tu descendencia será como el polvo” le dijo Dios a Jacob.

Esa Palabra es parte de las promesas que Dios nos dio a nosotros también.

“Ser muchos y estar en todos lados” sucederá cuando de alguna manera aprendamos a hacernos débiles a los débiles, para ganar a los débiles; y a todos hacernos de todos, para que de todos modos salvemos a alguno. 

No nos amoldemos al mundo, pero sí pongámonos en los zapatos de la gente para comprender desde su posición lo que están viviendo.  Es decir antes de juzgar una persona, pregúntate ¿por qué está en ese estado? o ¿por qué hace lo que hace? o ¿qué la llevó a comportarse como se comporta? o ¿por qué piensa así? 

En la empatía Dios nos permitirá que el corazón de la gente se habrá a su mensaje poderoso y transformador.  En la empatía Dios nos permitirá que “nuestra descendencia sea como el polvo de la tierra” 

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