A su debido tiempo [Eclesiastés 3:1 y 11]

vs 1. "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora."

vs 11. "Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Nuestra comprensión del transcurso del tiempo va cambiando con los años.  Recuerdo que cuando era niño había cosas que me parecían muy lejanas en el tiempo.

Esperar hasta que llegue el verano, o a que lleguen las vacaciones, o esperar a que pasen dos horas para volver a meternos al agua después de almorzar (los mayores nos decían que podía hacernos mal, que podía “agarrarnos” un calambre en el estomago)

Ya soy mayor.  Veo que mi persecución del paso del tiempo es diferente.  

Ahora todo pasa demasiado rápido.  Pasan rápido los años.  Los días no alcanzan para las cosas que tengo que hacer.  Muy rápidamente es lunes otra vez.  La semana es muy corta.  Los días pasan “volando”.

Según la Biblia todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere llega a su hora, también dice que Él todo lo hizo hermoso…. en Su tiempo.

Como nuestra percepción del paso del tiempo cambia con la edad, debemos reconocer que que esa forma de ver los días no es confiable, simplemente porque se basa en nuestra percepción.  Nada desde nuestra perspectiva es estable, firme, bueno o hermoso.  El hombre sin Cristo, por su naturaleza, suele corromper todo lo que toca, incluso el paso del tiempo.

La hermosura de lo que nos sucede pasa, solo y exclusivamente, por que las cosas sucedan en los tiempos correctos.  Las cosas son hermosas cuando llegan o suceden en el tiempo oportuno, el de Dios.  Ni antes, ni después.  Como todo tiene su hora, se convierte en hermoso cuando sucede en el tiempo que Dios lo hace.  

Hay personas que por ser impacientes no disfrutan la hermosura del tiempo.  Lo hermoso, no está al alcance de ellos, porque solo quieren que las cosas sucedan según su percepción egoísta del tiempo.  La ansiedad les gana y sufren porque las cosas no llegaron todavía.  Tampoco las disfrutan cuando aparecen porque querían que llegaran antes.  Hay tiempo para todo mientras vivamos.  Y en los tiempos de Dios esos momentos siempre se destacarán por ser hermosos.

Vivamos sin ansiedades sabiendo que todo lo que quiero debajo del sol tiene su tiempo y su hora de cumplimiento.  Disfrutemos de la hermosura de cada momento que nos llegue porque, llegará en Su tiempo, el tiempo de Dios.  

¡Serán momentos de gran hermosura!

 

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