Saber el camino [Josué 3:3-4]

"3 Y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marcharéis en pos de ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Pero entre vosotros y ella haya distancia como de dos mil codos; no os acercaréis a ella"

¿Cuál es la ruta? ¿Que rumbo tengo que tomar?  ¿Por dónde hay que ir?  ¿Cuál es el camino?  Son preguntas a las que le buscamos respuestas cuando tenemos que hacer algún viaje.

La vida se puede tomar como un largo viaje en el cual es muy necesario saber el camino por donde andar.  Los seres humanos solemos buscar con ansias ese rumbo que nos lleve a la plenitud de vida.  Solemos indagar y averiguar cuál es el camino más fácil o el que menos obstáculos presentes. Solemos ocupar tiempo en querer conocer nuestro futuro para intentar prevenir algo que pueda no gustarnos del mañana.  Curiosamente, más allá de nuestro esfuerzo, es una realidad que muchas veces perdemos el rumbo.  Erramos el camino. 

Cuando Israel tenía que cruzar el Río Jordán, nunca habían pasado por allí.  Dios, debía mostrarles el camino.  La forma más segura de pasar por donde nunca habían andado era ir detrás del “arca del pacto”.  El arca era un cajón con muchos detalles exteriores que Dios mismo había pedido que se le hagan.  Tenía adentro las tablas de la ley, una jarra de oro con una muestra de mana y la vara de Aarón. Era solo una caja, pero simbolizaba a Dios mismo.  Por eso la orden de ir detrás de ella.  Ella les iba a mostrar el camino por donde deben ir.  En definitiva, era Dios marchando delante de su pueblo para mostrarles el camino.  En las manos de Dios estaba el futuro de toda esa nación.

Según la Biblia nuestro futuro está en las manos de Dios.  “Mi futuro está en tus manos” dice el Salmo 31:15 NTV

Hoy nosotros tenemos que ir detrás del Señor.  Él debe mostrarnos el camino.  Nunca vivimos el futuro.  Eso es solo ciencia ficción.

La oración y la lectura de Su Palabra es la forma de hacer al Señor el primero.  Es la forma de saber el camino por donde debemos ir.  Es la forma más efectiva de dejar nuestras ansiedades del futuro en sus manos.  Nunca encontraremos el rumbo siguiendo la vanidad, la arrogancia, el odio, la autosuficiencia y la mentira.  El mejor camino, el que nos lleva a la plenitud de vida, es ir detrás de nuestro Dios.

 

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