Caminando sin temor [Génesis 32:24-31]

El temor al futuro es una fuerza espiritual que suele cargarnos y preocuparnos.  

Qué sucederá en los próximos años.  Cómo será nuestra economía.  Cómo estará nuestra salud.  Si podremos, o no, resolver aquel asunto.  También tememos por el futuro de nuestros hijos.  Por su futuro laboral, por el futuro cónyuge y hasta por el futuro familiar de ellos.

Hubo un hombre llamado Jacob que tuvo que enfrentar el temor al futuro encuentro con Esaú.  Pesaba sobre sus lomos emocionales una amenaza de muerte de parte de su hermano.  Él lo había estafado y Esaú quería matarlo.  Así se planteaba el escenario.  

La noche anterior al encuentro fue su lucha más grande.  Luchó con un varón, dice la versión RV1960.  Luchó con un hombre desconocido, dicen otras versiones.  Fue una lucha terrible.  Fue un combate que duró toda la noche.  Fue una lucha que le dejó secuelas en su caminar.

Estoy convencido que Jacob luchó con un mensajero de Dios que lo llevó a enfrentar sus propios miedos.  Él debía vencer el temor que sentía por el futuro encuentro con su hermano.  Debía vencer su temor al futuro inmediato.  Debía vencer ese temor para ser llenado del coraje que lo haría caminar diferente el resto de sus días.  Caminaría como un vencedor de temores!!

La victoria y bendición no estuvo en el esfuerzo personal de pelear durante toda la noche, sino en aferrarse con todas sus fuerzas al varón que peleaba con él.

Nuestra victoria sobre el temor y la bendición de un nuevo caminar, no está en pelear con nuestras fuerzas, sino en aferrarnos con una fe fuerte al Señor.  Es Él quien pronuncia su bendición sobre nosotros.  Confía que Él hará!!  

No podemos conocer el futuro, pero sí podemos aferrarnos con una fe sincera al Señor ya que “en sus manos están nuestros tiempos” futuros (Sal. 31:15).  

Prepará la estrategia que humanamente te parezca (como Jacob, que le mandó presentes con sus esclavos a Esaú), pero sabe que la verdadera victoria y bendición sólo llegará cuando te aferres con todas las fuerzas de la fe a Jesucristo quien ya venció a todos nuestros adversarios en la cruz.  Todos tus temores están vencidos.  Todas las bendiciones están disponibles en Cristo para el que cree.  

 

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