Tres “D” [Salmo 63:1-5]

Si podes venir a las reuniones de los jueves y no venís, te estas perdiendo algo muy importante que Dios está haciendo.  Te aconsejo que, si podes, no te pierdas esas reuniones.  El Señor nos está regalando momentos de intercesión únicos, momentos de adoración profunda, momentos de riquísima Palabra y de mucha enseñanza.  Él nos lleva a profundizar en Su persona, es diferente y más íntimo que los domingos.  No te pierdas este tiempo!!  Vení a adorar, también los jueves!!

Te paso la síntesis del mensaje de ayer.

El pastor Matías nos enseñó acerca de: Las tres “D” del adorador.

El adorador DECIDE adorar:  Adorar es voluntario, es igual que amar.  La adoración es entrega constante.  Es un esfuerzo consciente que hacemos cuando no lo sentimos o no tenemos ganas.  En el Salmo 103:1-2 David mueve su voluntad, obligando a su alma, para cambiar su estado de ánimo.  Nunca es al revés.  No tengo que esperar a sentirme bien para adorar.  Debo adorar para sentirme bien.

El adorador DESEA adorar.  Como una persona sedienta desea beber agua, de la misma manera debemos desear la presencia de nuestro Dios.  Es buscarlo en todo tiempo y lugar.  La palabra buscar en el Salmo 24:6 es “buscar intensamente”.  Buscar con deseo y desesperación.  Dejemos que Él incremente nuestro deseo y pasión por buscarlo a Él y Su rostro.

El adorador DISFRUTA adorar.  Cuando David estaba en el desierto disfrutaba adorar a Dios.  Dios mismo era su manantial en la sequedad.  La adoración no cambia a Dios, nos cambia a nosotros.  Trae saciedad a nuestra alma, como un suculento banquete.  Disfrutemos aún en medio de las angustias, es allí donde Dios nos prepara un banquete en presencia de nuestros angustiadores.

Amados.  Seamos de aquellos adoradores que El está buscando. 

Decidamos adorarle.  Deseemos adorarle. Disfrutemos adorándole.

Nos vemos los jueves también!!

 

Buena semana!!

Ptr. Carlos Ibarra.

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