Puro o impuro [Tito 1:15]

"Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas."

Hace unos años atrás tuvimos que lidiar con la falta de agua potable en nuestra ciudad.  Veíamos que el agua era oscura y turbia, estaba llena de impurezas.  Igual nos decían que era potable.  Pero en la escuela, nos enseñaron que el agua bebible debía ser inodora, incolora e insípida.  Es decir, sin olor, sin color y sin sabor.   En definitiva, PURA.

Todo lo creado por Dios fue bueno.  Bueno en gran manera.   Fue creado sin impurezas.

El ser humano en su desobediencia se hizo impuro, inmoral.   Ahora el resto de la creación sufre las consecuencias de eso.

Todas las cosas son puras para los puros, dice Pablo.  Los seres humanos corruptos e incrédulos son los que le agregan impurezas al asunto.

La creación es “amoral”.  Somos nosotros que con nuestra obediencia a la Palabra de Dios las hacemos puras.  Los que obedecemos al Señor, los puros; hacemos que las cosas sean puras.  Las hacemos morales.

Pero también los seres humanos, con nuestras desobediencias las hacemos impuras o inmorales.

Si un billete de quinientos pesos lo usamos para comprar drogas, o pagar por un delito, o comprar algo robado, es inmoral.  Lo hicimos impuro.  Si ese mismo billete lo uso para ayudar a un necesitado, o comprar comida u ofrendarlo para las misiones es puro.  Lo hicimos moral.  El billete es amoral.  Es una cosa u otra, según el usó que le demos.

El sexo, como creación de Dios, es amoral.   En el marco del matrimonio, es puro.

Si lo practicamos fuera del matrimonio es impuro, porque lo hacemos dejándonos llevar por las impurezas y desórdenes sexuales.

El asunto de “lo puro & lo impuro”, no está en la creación, sino en la condición del corazón de aquel ser humano que hace uso de esa cosa creada.

Si tú corazón es puro, todas las cosas te serán puras.  Pero si tú corazón es corrupto e incrédulo, nada te será puro.  Hasta tu forma de pensar y razonamiento estarán corrompidos. 

 

Devocionales anteriores