Bendición que enriquece [Proverbios 10:22]

"La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella."

El ser humano ha intentado enriquecerse por todos lo medio posible.  Ha enfocado su enriquecimiento sólo en lo económico sin observar la gran riqueza que existe en los otros aspectos de la vida; como la familia, la amistad, el compañerismo, etc.

Dios tiene un plan extraordinario para que seamos enriquecidos y para que discernamos si esa riqueza viene o no de Él.

La más grande riqueza que podemos tener es saber que Dios nos ha bendecido en Jesucristo, es decir si tengo a Cristo, tengo todas las riquezas de Su bendición.

Esa bendición se materializa a través de la obediencia.  Sin obediencia no hay bendición. Dt.28

Sus bendiciones me alcanzan y me enriquecen.  No me tengo que preocupar tanto por las bendiciones.  Sino que debo ocuparme de obedecerle.

A veces hay aparentes bendiciones que no vienen por obedecerle.  

Parece una bendición que mintiendo tenga la paz de “zafar” del momento.  Pero cuando se descubre el fraude me abruma la tristeza y la pérdida.  

Quizá alguna vez creí que era una bendición del Señor ese negocio medio “turbio” que me hizo ganar mucho dinero.  Hasta que descubro en mi interior una vos amorosa que retumba diciéndome: “eso está mal”, y se me entristece la vida porque la justicia me atrapó.  

¡Nada de eso era bendición de Dios!  Porque de serlo me hubiera enriquecido, no entristecido.

Hace unos años alguien me contó que su hijo menor, sin licencia para conducir automóviles, chocó a otro vehículo.  Me comenta que la conductora del otro vehículo (el chocado) declararía que iba manejando él y no su hijo.  “¡¡Una bendición, pastor!!” -me dice-  el seguro me cubrirá todos los daños.  Fue idea de ella.  Eh!!  -amplió-

¡Que bendición, ni que bendición! –le dije-  eso es mentira y estafa!!  Hacete cargo del error de prestarle imprudentemente el auto a tu hijo y listo. 

Esas bendiciones son las que no nunca vienen de Dios y por su puesto nunca nos van a enriquecer.  Solo acarrearán tristeza.

Siempre que Dios te bendiga será por dos razones. Por el designio amoroso de su voluntad o por cumplir su promesa de materializar sus bendiciones a través de la obediencia a su Palabra.  

Siempre su bendición te enriquecerá, nunca te entristecerá.

Devocionales anteriores