Una nueva iglesia

Parecería muy contradictorio que una iglesia local que en algunos días cumplirá 66 años de la fecha de su fundación histórica y casi 70 de su funcionamiento efectivo pueda considerarse “nueva”. Es más, aquellos miembros con “memoria” medianamente buena saben bien que la iglesia se llamaba “Segunda Bautista” hasta que en 1997 y luego de una clínica pastoral relacionada con la renovación de la visión entendí que El Señor nos indicaba a cambiarle el nombre y denominarla “Pueblo Nuevo”.

Cambiarle el nombre obedecía a varios factores.

Primeramente queríamos “blanquear” nuestra identidad en el abanico eclesial existente ya que en la década del 90, dentro de nuestro ámbito denominacional con diferentes intereses se instaló una polarización entre las iglesias “conservadoras” y “renovadas” y nosotros ya habíamos tomado hace unos años una decisión espiritual (pese a que mí no me agradan las etiquetas) de ser una iglesia “renovada” por eso “Pueblo Nuevo”.

En segundo lugar en 1997 más allá de los hermanos y hermanas que llegaron a Cristo por intermedio de nuestro ministerio ya convivíamos en la misma comunidad local con hermanos de 37 grupos eclesiales diferentes: desde tradiciones históricas como los metodistas y salvacionistas hasta pentecostales de origen del avivamiento chileno del siglo pasado contando con aliancistas, hermanos libres, comunidad cristiana, movimiento cristiano y misionero y muchos “etc.”, lo que lógicamente creo una “nueva heterogeneidad” una iglesia nueva por eso “Pueblo Nuevo”.

En tercer lugar porque entendimos que “renovación” no es una característica estática sino dinámica que permanentemente se debe renovar de acuerdo a lo que revela la Palabra de Dios. Somos por identidad y llamamiento “Pueblo Nuevo” por eso es que creo que vas a interpretar lo que a continuación te voy a expresar: HERMANO Y HERMANA DE PUEBLO NUEVO, SE VIENE UNA IGLESIA NUEVA.

Sí, pese a nuestros 66 años de vida como institución se viene una iglesia nueva y no estoy hablando del edificio (aunque habrá cambios en él), no estoy hablando de la estructura (aunque algunas se ajustarán), no estoy hablando de servidores (aunque haya recambio).
Estoy hablando de la iglesia de Cristo o sea de vos mi hermano, de vos mi hermana del “cuerpo místico de Cristo” que componen todos los redimidos por su sangre. Esta nueva iglesia que viene por el “vino nuevo que viene” se manifestará en nuevos “odres” que somos cada uno de nosotros y no será el producto de revelaciones fantasmagóricas de líderes mesiánicos con presunción de iluminados sino de una sincera búsqueda de Dios y de su voluntad que incluye un honesto sentido de relevamiento u autocrítica interna (que no significa maldecir ni despotricar de lo que a nuestro criterio no está bien) sino a una amorosa auto-exposición al examen de Dios para que Él nos diga lo que estamos haciendo mal y de esa manera corregirlo.

El equipo pastoral juntamente con el administrador de la iglesia Pueblo Nuevo acaba de tener un retiro espiritual donde El Señor comenzó a hablarnos acerca de la “IGLESIA QUE EL QUIERE” su voz ha sido amorosa y al mismo tiempo fuerte y contundente. Es por eso que como queremos inaugurar un tiempo de participación e información el domingo 13 de Septiembre a las 10 hs. tendremos, Dios mediante, un encuentro de comunión donde como equipo pastoral comenzaremos a compartir las directivas que estamos recibiendo. Aunque este encuentro está orientado en “primera instancia” a Timoneles y Líderes de Ministerio, si vos querido hermano y hermana que estás leyendo este correo crees que “Pueblo Nuevo” es tu iglesia local, si la amás, si tenés sentido de pertenencia, si deseas servir al Señor en el futuro tenes toda la libertad para venir y si puede ser con mate y facturas.

Comenzamos en el nombre de Jesús un tiempo nuevo para una iglesia nueva en Pueblo Nuevo, pero lo que te voy a pedir no es nada nuevo…ORA, ORA, ORA y mientras lo hacés medita en Romanos 12:2 también en oración.

Un fuerte y amoroso abrazo en nombre de todo el equipo pastoral.

 

Devocionales anteriores