“Pellizcar la comida del rey”, Parte II [Daniel 1]

Si leemos Daniel 1, podemos observar que la negativa a participar de la comida del rey tenia origen en una firme convicción interna, que superaba cualquier argumentación por parte de los caldeos. 

Como sabemos, el problema no era la carne y el vino del rey. El impedimento era su procedencia, ya que venía de los templos, donde habían sido ofrecidas a los ídolos. Ingerir esta comida y beber este vino, formaba parte de un programa de "asimilación" por parte del rey.

Esta es una invitación a la reflexión, ¿sabemos de donde procede todo lo que consumimos? Nos damos el lujo de "pellizcar" un poquito de cada cosa. Nos gusta sentirnos parte de esto, pero no tan afuera de aquello. Y ese es el principio del fin. Bueno, quizás mi pregunta este llegando a tiempo: ¿Sabes que hay detrás de todo lo que dejas entrar en tu Ser interior? Mejor dicho, ¿Sabes de que altar proviene todo lo que consumís?. Aquí algunas respuestas:

En el altar de la falta de perdón, fue sacrificado y murió el AMOR.

En el altar de las mentiras, fue sacrificada y murió la VERDAD.

En el altar de las adicciones y los excesos, fue sacrificado y murió el DOMINIO PROPIO.

En el altar de los pecados ocultos y visibles, fue sacrificada y murió la SANTIDAD.

En el altar del apuro y el egoísmo, fue sacrificada y murió la INTIMIDAD con Dios.

En el altar de los deseos sexuales desordenados, fue sacrificada y murió la INTEGRIDAD.

En el altar de la ideología de género, y la homosexualidad fue sacrificada y murió la IDENTIDAD.

En el altar del matrimonio igualitario y el divorcio, fue sacrificada y murió la FAMILIA.

En el altar del feminismo, y el tan mencionado "aborto legal” fue sacrificada y murió la PATERNIDAD.

En el altar del machismo y la violencia, fueron sacrificadas y murieron miles de mujeres y con ellas murió la SEGURIDAD, y esa necesidad inherente en nosotras de ser PROTEGIDAS y sentirnos AMADAS.

Podría seguir. La lista es tan numerosa como nuestros "Pellizcos" al "manjar" de este mundo. 

Nabucodonosor, como buen conquistador, no quería sólo una asimilación idiomática, cultural y religiosa. Él iba en busca del Ser Interior de cada uno de ellos.

Cuando Daniel y sus amigos decidieron no contaminarse, no era meramente una decisión alimenticia. No eran vegetarianos. Y tampoco estaban ayunando. Lo que hicieron fue manifestar una CONVICCIÓN INTERNA que corría por su organismo, por sus venas, como un río. Prefirieron ser probados por el Jefe de los Eunucos (Dn 1:13), que ir en contra de ese río interior. Nadaron a contracorriente de un sistema que buscó "asimilarlos", pero cada impulso de determinación era una "brazada" que daban en un río interior llamado Santidad. 

En la era de la comunicación y la sobre información no te confundas, porque antes de ser un tentador manjar en la mesa del rey, fue sacrificio y muerte en un altar que el sistema de este mundo levantó con sus propias manos. 

No te confundas, aunque las afirmaciones suenen tan tentadoras como creíbles y muchas de ellas sean legítimas, provienen de un altar que no es el que Cristo esculpió con sus manos en tu corazón, en tu ser interior. 

No te entregues. No te olvides. No te confundas. Estás en este mundo, pero no perteneces a este reino y mucho menos a ese "rey".

Ivana Sanhueza

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